Esta pintura evoca la presencia de figuras totémicas que parecen custodiar los secretos de la naturaleza. Los colores terrosos y vibrantes sugieren una conexión vital entre las deidades y la tierra, simbolizando la interdependencia entre el ser humano y el medio ambiente. Los patrones geométricos y los elementos orgánicos se combinan para representar el equilibrio entre lo natural y lo espiritual, donde las figuras humanas, casi deidades, son representaciones simbólicas de los protectores del planeta, enraizados en el ciclo de vida y muerte.
Acrílico sobre lienzo
70cm x 90cm
Esencias eternas